
En las últimas semanas, en el Observatorio de Medio Oriente y Norte de África del IREMAI, publiqué tres notas siguiendo las elecciones municipales en el Líbano, las primeras desde 2010.
«Beirut Madinati» irrumpe en las elecciones municipales del Líbano (7 de mayo de 2016)

Con una vacante presidencial que cumplirá dos años las próximas semanas, y la prolongación del mandato de los diputados nacionales por una dudosa ley hasta 2017, anulando las elecciones que debían hacerse en 2013, los comicios municipales parecen ser la única posibilidad que tienen los libaneses de ejercer su derecho al voto.
Los ojos están puestos, en gran medida, en la ciudad de Beirut, que en esta elección funciona como distrito único, mientras que en las elecciones legislativas es dividida en dos o tres secciones. Allí en la capital hizo su aparición la lista Beirut Madinati (“Beirut, Mi Ciudad”), integrada por ciudadanos independientes que están sacudiendo, con su estilo de comunicación a través de apps y redes sociales, la escena política de la ciudad. Entre sus candidatos figura Nadine Labaki, una joven actriz y directora de cine premiada en Cannes y Toronto, y el reconocido fundador de una ONG que promueve la donación de sangre, Donner Sang Compter. También hicieron públicos todos sus gastos de campaña. Las mujeres componen el 50% de esta lista, contra el 12% de su principal rival.
El Movimiento del Futuro, que lidera el ex premier Saad Hariri y se alzó con las últimas victorias en las elecciones municipales de Beirut en 2004 y 2010, intentó sin éxito contrarrestar a Beirut Madinati formando una gran coalición entre las dos alianzas rivales de la política libanesa: 8 de Marzo y 14 de Marzo, a través de la lista “Beirut para los Beirutíes”. La alianza fue duramente criticada desde sector afines a Beirut Madinati como “conservadora y oligárquica”. Resulta inexplicable la decisión de Hariri de apoyar a una lista que incluye a los candidatos que tan duramente criticó.
Con las elecciones en puerta el próximo domingo, queda la posibilidad de saber si Líbano ha comenzado a marchar el camino de actualización del vínculo entre representantes y representados o, en cambio, volverá a abocarse al tribalismo acostumbrado.
Elecciones municipales en el Líbano: primeros resultados (22 de mayo de 2016)

La coalición entre los dos frentes partidarios “14 de Marzo” y “8 de Marzo”, con el apoyo explícito de rivales políticos enfrentados entre sí a nivel nacional, superó por veinte puntos a los independientes de “Beirut Madinati” (BM) en las elecciones municipales en la capital libanesa el pasado 8 de mayo. En un contexto donde la participación no superó el 20%, la lista de Hariri logró conservar la ciudad, que gobierna desde 2004, al menos hasta 2022. El golpe fue duro para los partidarios de BM, que habían logrado involucrar en su campaña a muchos jóvenes descontentos con la actualidad política libanesa y habían logrado una fuerte presencia en las redes sociales. No hay espacios para las minorías en el concejo de Beirut, por lo que “Beirutíes” se quedó con todas las bancas.
Pero, a pesar de llevarse todas las miradas, Beirut no fue el único espacio para la contienda electoral. También el 8 de mayo pasado se sucedieron elecciones en los distritos de Baalbek-Hermel y Bekaa, donde la participación fue de casi el 50%, y los partidos tradicionales ganaron las elecciones, como estaba previsto. Merece particular atención el caso de la ciudad de Zahlé, donde el pacto entre los otrora rivales Aoun y Geagea tuvo su primer test, y con resultados muy satisfactorios. Tampoco hubo sorpresas en las elecciones en Monte Líbano el pasado fin de semana, donde la participación rozó el 56%.
Los comicios continuarán este fin de semana, en los distritos de Nabatieh y Líbano Sur, y más adelante en Líbano Norte y Akkar, hasta completar los 985 municipios del país.
Culminan las elecciones municipales en el Líbano (8 de junio)

El pasado 22 de mayo y con un porcentaje de participación cercano al 50% tuvieron lugar las elecciones municipales en los distritos Líbano Sur y Nabatieh, donde se sostuvo el statu quo. Los partidos tradicionales fueron reelectos en la mayoría de los municipios, destacándose la victoria de la lista respaldada por el premier Saad Hariri, del Movimiento del Futuro, en Sidón, su ciudad natal, donde recibió más de dos tercios de los votos.
Pero la noticia fue la rutilante derrota que el ex primer ministro, hijo de Rafic Hariri, asesinado en 2005, sufrió en manos de Ashraf Rifi, su antiguo aliado, en la elecciones en Trípoli, la segunda ciudad del país. Rifi fue hasta hace pocos meses ministro de Justicia, antes de renunciar denunciando fuertemente la injerencia de Hezbolá en el Estado. Hariri, por entonces su socio político, rechazó su dimisión. De las veinticuatro bancas municipales disponibles, Rifi obtuvo dieciocho, mientras las otras seis fueron para los candidatos de Hariri. El nuevo intendente, de este modo, emerge como nuevo líder entre los musulmanes sunitas del país.
Concluyeron así las elecciones municipales libanesas, que arrojaron, como balance general, los siguientes puntos:
- El surgimiento de nuevas agrupaciones “independientes”, todavía de escaso arrastre electoral, con una fuerte retórica anti-política. Se destaca, entre ellas, la experiencia “Beirut Madinati”.
- El mantenimiento del statu quo en la mayor parte de los municipios del país, con la reelección, por otros seis años, de casi la totalidad de las autoridades que ya estaban en el poder.
- El debilitamiento parcial de la figura de Saad Hariri como aglutinador del colectivo sunita en el país, tras haber obtenido una victoria pírrica en Beirut y una derrota consistente en Trípoli.