La imagen acá arriba muestra la ciudad de Beirut, capital del Líbano. Tengo allí algunos amigos y muchos recuerdos, que se actualizan cada vez que puedo viajar. Tiene un millón y medio de habitantes y fue fundada hace al menos unos cinco mil años. Sepultada y reconstruida varias veces, emergió recientemente tras la guerra civil de 1975-90 como una ciudad rica y cosmopolita, pero asediada por la pobreza y los guetos de su pasado más reciente.
Aun tengo fresca esa noche de agosto de 2013. Estábamos en el último piso de un edificio en el barrio de Hamra, muy arriba. Había corte de electricidad. Mirando al Mediterráneo, que emergía delante de nosotros, me dijeron:
Once in Beirut, you might leave, but a part of your soul will remain there… and you will go back to Lebanon, every once a while, looking for that piece of yourself that you left by the sea. That’s what I’ve been told…
Incomprensible, misteriosa, seductora, puede también ser cruel e ingrata. Pero siempre vuelvo a ella.
Beirut is a city to be loved and hated a thousand times a day
(Nasri Atallah)
Said Chaya 