
Todos los que siguen de algún modo las noticias del Líbano quedaron asombrados el pasado lunes cuando, al caer la tarde en Beirut, Samir Geagea anunciaba ante los medios de comunicación que deponía su candidatura presidencial y que su partido, Fuerzas Libanesas (FL), aportaría sus votos a Michel Aoun, del Frente Patriótico Libre (FPL), que comparte el sello político con Hezbolá desde 2006 en la Alianza 8 de Marzo, cercana al presidente sirio Bashar Al-Assad. Se acerca así el final de un período de más de veinte meses sin presidente en el Líbano, desde que el anterior primer mandatario, Michel Sleiman, terminó su mandato el 24 de mayo de 2014. Desde entonces, el primer ministro Tamam Salam opera como Jefe de Estado provisional.
El presidente del Líbano es elegido por la Cámara de Diputados, con 128 legisladores, como lo explicamos alguna vez en un artículo sobre el sistema político libanés. En una primera ronda, el candidato debe reunir dos tercios de los votos. La misma fue el 23 de abril de 2014 y ninguno alcanzó los 86 sufragios. A partir de la segunda ronda, es suficiente con que obtenga la mitad más uno de los votos, es decir 64 sufragios. Todas las reuniones posteriores fueron boicoteadas por las agrupaciones que se negaron a dar quórum, así que nunca hubo una segunda sesión. Al parecer, después de este acuerdo, el 8 de febrero próximo se convocará la Cámara de Diputados a la votación, y Aoun podría reunir al menos unos 90 votos.

Michel Aoun está cercano a cumplir los 81 años y es general retirado del Ejército Libanés. En 1988, minutos antes de cesar en sus funciones, el presidente Amin Gemayel lo nombró primer ministro, cargo que tradicionalmente se le otorgaba a los musulmanes sunnitas, aludiendo que, sin un presidente, el primer ministro oficiaría como Jefe del Estado provisional y que, como tal, debía ser cristiano. Salim El-Hoss, primer ministro saliente y musulmán sunnita, retiró entonces su renuncia, y el Líbano vivió durante unos dos años (1988-90) con dos premieres que gobernaban un país todavía dividido. Aoun se lanzó de lleno no solo a combatir a la presencia siria en el país, sino también contra otras agrupaciones «cristianas» que buscaban pactar con los musulmanes el fin de la guerra civil.
Aoun desconoció la elección del presidente Moawad el 5 de noviembre de 1989, asesinado dos semanas después de su asunción, y de su sucesor, Harawi, el 24 de noviembre del mismo año. Éste último, con la ayuda de Siria, por entonces aliada de Bush contra Irak (estamos en la antesala de la Guerra del Golfo), lanzó una ofensiva que terminó por sacar a Aoun del palacio presidencial en octubre de 1990. Partió al exilio en Francia en agosto de 1991, con el aval del presidente Miterrand, y se cerró así el capítulo de la guerra civil que había comenzado en 1975.

En 2005, tras la salida del Ejército de Siria del Líbano, volvió al país, y desde entonces es diputado. En 2006 se alió a Hezbolá y en 2009, en una visita a Damasco, recompuso sus relaciones con el gobierno sirio.
A pesar de la volatilidad del escenario, desde este blog habíamos realizado algunos adelantos. En primer lugar, la necesidad de un candidato de consenso entre los partidos «cristianos». El Partido Socialista Progresista (PSP) no votaría a ninguno de los dos, y Hezbolá seguiría sin dar quórum en la Cámara de Diputados sin un acuerdo mediante. En segundo lugar, la situación regional empujaba a que un candidato de Alianza 8 de Marzo tome la posta, debido al fortalecimiento de Rusia, Irán y el presidente Assad en la región. El candidato que anunciamos, Sleiman Frangieh, no logró consenso interno, pero las condiciones que benefician a Alianza 8 de Marzo siguen vigentes.
Las conclusiones son las mismas a las que arribamos en las notas que mencionábamos más arriba: Líbano se suma oficialmente a sostener al presidente Assad e, indirectamente, a sostener a Rusia e Irán en el escenario, en detrimento de Estados Unidos y Arabia Saudita. Queda pendiente, y lo sabremos en los próximos días, el precio que puso Geagea no solo para deponer su candidatura sino también para volcar los votos de su partido a Aoun.