Líbano Medio Oriente

Líbano: la vacante presidencial

El presidente libanés Sleiman y su esposa Wafaa se despidieron hoy de los periodistas acreditados en el Palacio de Baabda y del personal de servicio. El lunes tendrían que abandonar la residencia.
El presidente libanés Sleiman y su esposa Wafaa se despidieron hoy de los periodistas acreditados en el Palacio de Baabda y del personal de servicio. El lunes tendrían que abandonar la residencia.

Hace algunas semanas, comentaba aquí el escenario político libanés en relación a las elecciones presidenciales. Habiéndose sucedido cinco intentos fallidos de elegir presidente, me pareció prudente revisar la cuestión.

En el Líbano, la elección presidencial es llevada adelante por el poder legislativo, envestido en la Asamblea de Diputados, que cuenta con 128 miembros. Entre 30 y 60 días antes de que termine el mandato del presidente en ejercicio, el presidente de la Asamblea debe convocar a los diputados para llevar adelante las elecciones.  El actual presidente, Michel Sleiman, culmina su mandato el 25 de mayo próximo. El panorama es sombrío, ya que los diputados no logran ponerse de acuerdo sobre su reemplazo.

Hassan Nasrallah (Hezbolá) y Michel Aoun (Movimiento Patriótico Libre) son de los principales pilares de la Alianza 8 de Marzo
Hassan Nasrallah (Hezbolá) y Michel Aoun (Movimiento Patriótico Libre) son dos de los principales pilares de la Alianza 8 de Marzo

Nabih Berri (del partido «Amal», que integra la coalición «8 de Marzo»)  convocó a los diputados para la elección presidencial el 23 de abril. Había un gran número de nombres en danza. Los resultados ese día fueron los siguientes:

– Samir Geagea (Fuerzas Libanesas): 48 votos

– Henri Helou (Partido Socialista Progresista): 16 votos

– Amin Gemayel (Kataeb – Falanges Libanesas): 1 voto

– En blanco: 52 votos

– Inválidos: 7 votos

– Ausentes: 4 votos

En esa primera ronda electoral, la cantidad de votos necesarios para ser proclamado presidente era de 86 (mayoría calificada: dos tercios), casi el doble de los obtenidos por Geagea, el más votado. En las próximas rondas, la cantidad necesaria será de 65 (mayoría absoluta: mitad + uno).

Los números de la primera ronda nos permiten hacer varias conclusiones. Podemos decir lo siguiente:

1. En las condiciones actuales, Geagea no tiene posibilidades. Ni siquiera logró reunir la totalidad de los votos de los diputados del 14 de Marzo, la coalición que su partido integra y suma unos 60 legisladores. Tiene el respaldo de Kataeb, cuyo líder Gemayel aclaró que no era candidato para, de este modo, traccionar votos hacia Geagea. También tuvo lugar una reunión con Hariri, líder del Movimiento El Futuro, el otro referente de la alianza 14 de Marzo. Sin embargo, estos votos tampoco le asegurarían la victoria.

El referente de Fuerzas Libanesas y candidato a la presidencia, Samir Geagea
El referente de Fuerzas Libanesas y candidato a la presidencia, Samir Geagea

2. Los votos en blanco provinieron masivamente de la alianza 8 de Marzo, que integra, entre otros, el grupo político-militar chiíta Hezbolá, el partido Amal, también chiíta, y los cristianos de Movimiento Patriótico Libre. Aquí la situación puede mutar:

Hezbolá, por su lado, no está interesado en pactar  con Geagea si este no garantiza el estatus de «resistencia contra el invasor israelí» que el partido tiene para poder sostener milicias armadas, cosa que Geagea no hará. Seguirá bloqueando las elecciones hasta que Irán diga basta.

– Luego, Amal se ha estado acercando a los socialistas a través de conversaciones fluidas. Las fotos de sus líderes, Berri y Jumblatt, son cada vez más frecuentes. Es posible algún punto de convergencia. Están dispuestos a dialogar.

– Finalmente, el principal candidato del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun, no se presentó como candidato presidencial para favorecer la unidad de los cristianos maronitas, los únicos que pueden acceder a la Primera Magistratura. Sin embargo, tampoco acompañó a Geagea con sus votos en un guiño a los miembros de su coalición; además, para sus seguidores, sigue siendo número puesto para la presidencia de la República.

3. En ese ambiente de polarización entre las coaliciones, el más convocado es el socialismo que lidera Jumblatt, y que cuenta con los votos necesarios para otorgar la victoria a una u otra coalición. Ha decidido sostener a su candidato, al menos hasta que aparezca una oferta más suculenta. Más allá del pragmatismo que lo caracteriza, resulta difícil verlo ordenando a sus diputados que voten por Geagea o por Aoun, debido a las cicatrices aun perdurables de la Guerra Civil de 1975-90. Sin embargo, la falta de disciplina al interior de las coaliciones complica más el panorama de Jumblatt. La dispersión de votos va en contra del papel salomónico que pretende jugar: así, en lugar de ser el «partido de la decisión», acabaría siendo uno más de los requeridos.

Tras el fracaso de la primera sesión, el portavoz de la Legislatura convocó a nuevas reuniones para elegir presidente el 30 de abril y el 15, el 22 y el 23 del mismo mes; todas fallaron por falta de quórum. Ante la posible vacante, el escenario que se abre es el siguiente:

1. Surge un candidato de consenso. En la última ocasión (2008), los diputados tardaron 6 meses en ponerse de acuerdo en un candidato «neutral». Ahora, un posible presidente de unidad sería el Gral. Jean Kahwaji. Las encuestas, aunque de dudosa fiabilidad, no muestran entusiasmo por su figura. De todos modos, en una elección indirecta como esta, poco importa el fervor popular.

Jean Kahwaji es un posible  candidato de consenso. Lidera las Fuerzas Armadas y tiene 59 años.
Jean Kahwaji es un posible candidato de consenso. Lidera las Fuerzas Armadas y tiene 59 años.

2. Una enmienda constitucional extiende el período del actual presidente. Los presidentes Harawi (1989-98) y Lahoud (1998-2007) tuvieron mandatos presidenciales de nueve años porque, tras los primeros seis, Siria y sectores afines promovieron reformas constitucionales que le dieron tres años complementarios a cada uno. En este caso, el Card. Bechara Al-Rai y sectores afines a 14 de Marzo están promoviendo que Sleiman se quede en su sitio al menos hasta que se elija un presidente nuevo. El «no» de Sleiman a esta propuesta fue contundente.

¿Y en el caso de vacío? La Constitución establece en el artículo 62 que, en caso de vacante en la presidencia, la autoridad del presidente queda depositada por delegación en el Consejo de Ministros. En el artículo 74 afirma que, inmediatamente después de producida la vacante, la Cámara de Diputados debe reunirse para elegir a un nuevo Jefe de Estado.

A modo de ejemplo, la realidad libanesa ha sido variada cuando se han sucedido las vacantes presidenciales: en 1952 se eligió a un presidente interino que permaneció cuatro días en el cargo, en 1988 se designó a un primer ministro cristiano católico maronita para evitar una contravención aparente al Pacto Nacional, y en 2007 simplemente el primer ministro siguió en su cargo, asumiendo las prerrogativas de Jefe de Estado, a pesar de su filiación religiosa, hasta la elección de un nuevo presidente.

La vacante daña a todos los libaneses, porque en ausencia del presidente no pueden dictarse leyes y el gobierno quedará virtualmente paralizado para tomar decisiones de fondo. Pero las principales víctimas serán los cristianos, que en el reparto confesional de poder (la presidencia para los cristianos católicos maronitas, la jefatura del gobierno para los musulmanes sunnitas y la conducción de la Cámara de Diputados para los musulmanes chiítas) quedarán sin representación.

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