
Después de más de cuatro años de negociaciones, Líbano e Israel fijaron sus fronteras marítimas de cara a la futura explotación petrolera en el este del Mediterráneo. Este acuerdo, aunque novedoso, ya que constituye el primer contacto serio entre ambos Estados desde la década del ’90, no debe, sin embargo, albergar demasiadas esperanzas en un cambio radical.
Les dejo la entrevista que me hicieron en France24 en Español con motivo del pacto celebrado: