
Hace unos días estuve dialogando con el noticiero de Todo Noticias. Ese día habían sucedido dos cosas: por un lado, el Ejército israelí había atacado un objetivo de Hamas en un barrio custodiado por Hezbolá, en Beirut; por otro, Irán había sufrido un atentado terrorista. La entrevista fue una comedia de enredos: el periodista creyó que quien hablaba era Ali Khamenei, el líder supremo de Irán, mientras que en realidad había sido Hassan Nasrallah, el secretario general de Hezbolá.
Sin embargo, fue una buena oportunidad para repasar por qué Irán tiene pocos incentivos, en este caso, para involucrarse en un conflicto armado a gran escala en Medio Oriente. Pueden ver la entrevista completa y sacar sus conclusiones más abajo.
